El Quindío Maravilloso
Enero 27, 2021
«La amabilidad de sus habitantes y la belleza de sus paisajes son motivos más que suficientes para ir»
Despertarse y tomar un buen café, con un clima agradable y un maravilloso paisaje en tierras cafeteras es lo que el departamento del Quindío ofrece tanto a sus visitantes como a los moradores; dado que a pesar de ser el mas pequeño del país, es uno que por su cultura y calidez de su gente dan ganas de quedarse a vivir allí.
Este departamento ofrece diversidad de actividades por realizar en sus 12 municipios, desde recorridos por las haciendas cafeteras, hasta parapente y rafting; También es un departamento con una gastronomía exquisita que recomendamos probar.
Por todo lo anterior compartimos con ustedes una publicación realizada por Andrés Hurtado Garcia en el periódico el Tiempo donde habla más a fondo sobre el departamento:
«Año nuevo, nuevos ánimos. Invito a los lectores, cuando las circunstancias lo permitan, a salir a respirar aire puro y a gozar de bellos paisajes en un departamento que está a la mano de todos por hallarse en el corazón de Colombia: el Quindío. La amabilidad de sus habitantes, la belleza de sus paisajes, la cercanía de todos sus atractivos, el turismo verde son motivos más que suficientes para pegarse la rodadita. El departamento tiene más de 20 atractivos de turismo verde, sin contar las innumerables fincas cafeteras. Me limitaré a hablar de algunos atractivos, haciendo énfasis en el Jardín Botánico y el Mariposario de Calarcá.
La carretera que une a Armenia con Manizales, llamada la autopista del Café, es la más bella del país y ofrece todos los matices del verde con el paisaje de los cafetales, los potreros y los bosques, entre cuyos árboles sobresalen los yarumos blancos. El 25 de junio de 2011, el Comité Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Educación (Unesco), declaró el paisaje cafetero patrimonio de la humanidad.
Allí están incluidos 47 municipios de Quindío, Caldas, Risaralda y Valle. Dentro de este paisaje cultural sobresale la belleza de las fincas cafeteras con sus casas pintadas de vivos colores, rodeadas por corredores perimetrales. En Filandia los visitantes pueden recorrer el bosque de Bremen y el río Barbas, observando la avifauna de la región y los micos aulladores. Cerca de Córdoba y bordeando el río Verde se encuentra el Centro Nacional para el Estudio del Bambú Guadua de la Corporación Autónoma Regional del Quindío. Merece visitarse y recorrer el sendero interpretativo de 1,4 kilómetros, donde se puede comprobar su belleza escénica y recordar que los guaduales “tienen alma”, como los cantó Jorge Villamil. Hay otros tres atractivos turísticos relacionados con el mundo rural y campesino, suficientemente conocidos por todo el país: Cocora, el Parque Nacional del Café y Panaca.
Quiero detenerme en el Jardín Botánico de Calarcá, que debe ser conocido por todos los colombianos. Cuando en 1988 Alberto Gómez Mejía, con ayuda de DNP, la Alcaldía de Calarcá y la Gobernación del Quindío –en cabeza de Carlos Alberto Gómez Buendía y otros donantes– compró las 13 hectáreas del ‘monte de la viuda’, sus anteriores dueños quedaron aterrados porque tumbó el café, el plátano y los guamos para que creciera el bosque. Alberto Gómez Mejía, el padre del proyecto y actual presidente de la junta del Jardín, dice gráficamente: “Nuestros antepasados tumbaron monte para sembrar café, yo tumbé café para sembrar monte”. El Jardín Botánico de Calarcá es un referente mundial en jardines botánicos.
En otra ocasión, con más espacio, hablaré de la riqueza vegetal que encierran estas 13 hectáreas y de lo que representan para la botánica y la biodiversidad en Colombia. Hay 14 especies de colibríes en el Jardín, en Estados Unidos hay 13. Hay igualmente reseñadas 176 especies de aves, y en Estados Unidos hay 700.
En mi última visita al Jardín y al Mariposario, mientras apoyado en la baranda oía las explicaciones de Alberto sobre la cantidad de palmas que el Jardín tiene, unos guatines salieron del bosque y se paseaban a dos metros de nosotros. Hay además perezosos y cantidad de murciélagos.
El Jardín se encuentra en el corazón de Calarcá y es un respiradero de aire puro para la ciudad. El sueño de Alberto es tener otros tantos jardines en todos los pisos altitudinales del Quindío, que los tiene desde los 600 metros en el río La Vieja hasta los 4.500 del nevado del Quindío. El Quindío espera a todos los colombianos.»
Tomado de: El Tiempo
